¿Cómo impactan las experiencias de la infancia en la salud de la vida adulta?
- Verónica Braida
- 14 may 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 26 ago 2024

La primera infancia es la etapa mas crucial del ser humano, donde se “cocina” todo lo que vamos a expresar en formato adulto, desde creencias, patrones mentales, emocionales, comportamentales, hasta síntomas físicos. Es el momento en el que mas conexiones neuronales ocurren por segundo en nuestro cerebro, alrededor de 1 millón, por lo que somos como esponjas recibiendo información de manera consciente, pero mucho mas inconsciente. Esta forma de funcionar tiene un gran valor para nuestra supervivencia, nos permite adaptarnos al entorno muchas veces a un alto costo para poder sobrevivir, lo que implica apegarnos a las personas de cuidado en ese momento, sin importar la forma en la que estamos siendo criados con o sin violencia, por ejemplo.
Cada ser humano cría desde su lugar de consciencia en cada momento y eso hace a las experiencias que ese niñ@ viva. Todo el estrés sufrido durante la niñez es expresado a través del cuerpo, desarrollando décadas más tarde enfermedades que parecen no tener que ver, pero que se han estado "cocinando lentamente" en nuestro interior y que asi lo refleja uno de los mejores y mas grandes estudios que realizaron sobre las experiencias adversas en la infancia (EAI). Las experiencias adversas en la infancia se definen como eventos potencialmente traumáticos que ocurren en la niñez y adolescencia (0-17 años), tales como experimentar violencia o vivir en un entorno que pueda socavar el sentido de seguridad, estabilidad y vinculación. Es importante destacar que la falta de recursos individuales, familiares o ambientales para enfrentarlos en forma satisfactoria, es lo que vuelve las experiencias traumáticas.
Las experiencias más comunes conceptualizadas como EAI incluyen la exposición a:
Abuso físico, sexual, emocional
Negligencia física y emocional
Crecer con una madre violentada
Abuso de sustancias en el hogar
Enfermedad mental en el hogar
Separación o divorcio de los padres
Miembro del hogar encarcelado
Accidentes o lesiones graves;
Enfermedad o condición médica
Muerte de los padres
Discriminación
Desastres naturales
Guerras
Vivir en hogares de acogida o pobreza
El estudio de las EAI predice el bienestar en la salud adulta, en función de la cantidad de eventos traumáticos o heridas de la infancia que han estado presente en el ser humano.
Cada una de estas experiencias aumenta el riesgo de obesidad, el riesgo de adicciones, el riesgo de enfermedades autoinmunes, el riesgo de enfermedades mentales, el riesgo de comportamientos disfuncionales, el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, también incluye la depresión, las enfermedades del corazón, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes, el cáncer, la enfermedad pulmonar crónica y la reducción de la vida. Es importante destacar que estos eventos no se suman, se multiplican. Es decir, tener cuatro experiencias adversas en la infancia se asoció con un aumento de 7 veces en el alcoholismo, una duplicación del riesgo de ser diagnosticado con cáncer y un aumento de 4 veces en el enfisema, una puntuación EAI por encima de seis se asoció con un aumento de 30 veces en el intento de suicidio.
Los resultados obtenidos por Kerker y colaboradores indican que casi la totalidad de los niños entre los 1 y 6 años de edad (98.1%) ha sufrido al menos un evento adverso y el 50.5% ha vivido 4 o más.
Por otra parte, Carlson y colaboradores, mencionan que más de la mitad (casi 2/3) de los jóvenes en edad escolar (<=18 años), han experimentado una o más EAI significativas sin importar en que parte del mundo vivan.
Es decir que los resultados del estudio EAI sugieren que el maltrato y la disfunción doméstica en la infancia contribuyen a los problemas de salud décadas después.
¿Cómo llegan a realizar tan increíble estudio?
El estudio original de las EAI, se llevó a cabo en EE. UU. en el 1995 por el Sistema de Salud de Kaiser Permanente en California con el Dr. Vincent Felitti, donde participaron 17.000 personas. Felitti trabajaba en una clínica de obesidad, donde descubrieron que podían ayudar a sus pacientes a perder peso a través de un control riguroso de sus dietas, lo cual si bien era un procedimiento exitoso, no lograban que sus pacientes se mantuvieran con el peso bajo y no podían entender por qué. Entonces Felitti y sus colegas hicieron algo bastante extraordinario en el mundo de la medicina, realmente escucharon a sus pacientes. Y ellos les dijeron: "Escuchen, ¿no lo entienden? Comemos para calmar nuestro dolor". Cada uno de ellos había sufrido traumas en la infancia, en ese caso la gran mayoría vivenció abusos sexuales. Es decir, el origen de todo es la desconexión del ser, la desconexión del cuerpo, la desconexión del momento presente, para no sentir, para no tener que lidiar con el dolor.
El estudio deja en claro la correlación entre la manifestación física de estas experiencias traumáticas vinculares tempranas. Por lo tanto, la sanación de las heridas de la infancia repercute de forma directa en el bienestar físico y emocional.
Nuestro sistema nervioso tiene una propiedad fantástica que es la neuroplasticidad, que nos permite reconfigurarlo, cambiarlo, transformarlo, pero para eso lo primero es darnos cuenta de que tenemos estos síntomas, las heridas y de lo que hacemos para desconectarnos de nuestro cuerpo.
Cuanto mayor sea el nivel de sanación de cada ser, dejaremos de vivir desde el sufrimiento, del agobio, desde la victimización y dejaremos de perpetuar el trauma vivido en las siguientes generaciones.
Si te interesa, te dejo el archivo para que puedas realizar el test sobre las EAI, con el objetivo de que puedas tomar conciencia y observar que es fácilmente reconocible para ti y tu sistema nervioso y que eventos aún ofrecen resistencia a ser vistos.
Es importante destacar que si bien las experiencias adversas fue algo que nos sucedió en el pasado, eso no implica que tienes que vivir con eso toda tu vida, sino al contrario, el tomar consciencia de las heridas que están presentes en nosotros nos permite cambiar la forma de ser, estar y vernos a nosotr@s mism@s y al mundo.
¡Te invito a compartir tu reflexión sobre el tema, nombrar sana!
Si quieres saber mas a continuación, dejo alguna de las fuentes de información.
Felitti VJ, Anda RF, Nordenberg D, et al. Relationship of childhood abuse and household dysfunction to many of the leading causes of death in adults: The Adverse childhood Experiences (ACE) study. Am J Prev Med. 1998;14:245-58
Kerker BD, Zhang J, Nadeem E, et al. Adverse childhood experiences and mental health, chronic medical conditions, and development in young children. Acad Pediatr. 2015;15:510-7, http://dx.doi.org/10.1016/j.acap.2015.05.005.
Carlson JS, Yohannan J, Darr CL, Turley M, Larez NA. Prevalence of adverse childhood experiences in school-aged youth: A systematic review (1990-2015). Inter J Sch Educ Psych. 2020; 8: 2-23
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